

El descubrimiento se dio en el marco de las obras para el futuro Museo de la Corte. Ante la magnitud del hallazgo, el presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, ordenó un inventario urgente y reforzó la seguridad del material.
Las cajas habían sido enviadas desde Japón por la embajada alemana durante la Segunda Guerra Mundial y quedaron en manos de la Justicia tras un escándalo diplomático, que incluyó una denuncia por ingreso fraudulento de propaganda nazi.
Participaron en la apertura representantes del Museo del Holocausto, la AMIA y expertos judiciales. Ahora se busca determinar si el contenido puede revelar datos clave sobre el Holocausto y la ruta global del dinero nazi.