

El aparato, de menos de 500 kilos y un metro de diámetro, había quedado atrapado en una órbita elíptica tras un fallo en su sistema de propulsión, que impidió que saliera rumbo al planeta Venus como estaba previsto.
Diseñada para soportar la atmósfera de Venus, la cápsula resistió más de medio siglo en el espacio, y su regreso generó especulación en la comunidad científica sobre si algún fragmento alcanzaría tierra firme. Finalmente, la reentrada fue controlada y sin daños reportados.
Cosmos 482 compartía misión con la Venera 8, que sí logró llegar al planeta vecino. Esta, en cambio, terminó haciendo historia por su reentrada a la Tierra... medio siglo después.