

Sí, otra vez hay elecciones. Pero esta vez el quilombo es triple (o cuádruple): votan cuatro provincias, con reglas distintas y partidos peleados entre sí.
Este domingo 11 de mayo, Chaco, Salta, Jujuy y San Luis se lanzan a las urnas en medio de un panorama que más que democrático parece un rompecabezas. Cada una usa un sistema electoral distinto: en Chaco y Jujuy, boleta de papel a la vieja usanza, en San Luis, boleta única (tipo menú de take away) y en Salta, voto electrónico.
Se eligen 31 diputados, 12 senadores provinciales y concejales. El gobernador Gustavo Sáenz, que un día fue massista y al otro dialoguista con Milei, presenta dos listas distintas dentro de su propio espacio.
También juegan La Libertad Avanza con Claudio Cansino y Roque Cornejo, y Juntos por el Cambio que, como era de esperarse, también va dividido.
Se eligen 24 diputados y 10 suplentes, y además se vota para reformar la Constitución provincial. El radicalismo, con el gobernador Carlos Sadir, impulsa a Adriano Morone, mientras que el peronismo, una vez más, va por separado.
¿La perlita? La Libertad Avanza mete a Kevin Ballesty, joven promesa libertaria con perfil tiktoker.
En la provincia se renuevan 16 bancas legislativas y hay más tensión que calor chaqueño. La Libertad Avanza se alió al oficialismo del radical Leandro Zdero, mientras que Jorge Capitanich, viejo conocido del kirchnerismo, busca redimirse con la boleta en mano.
Sí, Milei y los radicales van juntos. Y Capitanich quiere volver. Todo muy Argentina.
El oficialismo (Poggi + UCR + PRO) postula a “Toti” Videla, mientras que el Frente Justicialista pone en cancha a Silvia Sosa Araujo, ex ministra de Salud y soldada de Alberto Rodríguez Saá.
También entra en escena el libertario Carlos D’Alessandro con su lista Tercera Posición, en lo que promete ser un show de urnas.
Cuatro provincias, tres sistemas, y partidos partidos. La Argentina de siempre: todos quieren gobernar, pero ni entre ellos se ponen de acuerdo.