

Robert Garverick, enviado por Donald Trump, se reunió en secreto con funcionarios y empresarios argentinos para discutir una reducción de aranceles sobre 50 productos clave, que representan el 80% de las exportaciones a EE.UU. Esta iniciativa ya tiene el visto bueno del Mercosur.
El acuerdo implicaría dejar en cero los aranceles para ambas partes, pero EE.UU. también exige avances en 16 reformas, que incluyen apertura comercial, menor presión impositiva y flexibilización aduanera. Según Milei, ya se cumplieron 9 de los 16 puntos.
La guerra comercial con China también influye: se pidió revisar el swap con ese país y se reforzó la presencia estadounidense en Ushuaia. El tablero geopolítico se mueve y Argentina está en el centro de la jugada.