El sábado por la mañana, con la Guardia Suiza escoltando al féretro, se llevó a cabo el funeral. Líderes mundiales y religiosos de 130 delegaciones, incluyendo jefes de estado como Javier Milei y Donald Trump, y monarcas como el rey Felipe VI, se hicieron presentes. Un operativo de seguridad sin precedentes desplegó a más de 4.000 policías en Roma.
La ceremonia previa fue un reflejo de la vida de Francisco: cientos de millas, incluyendo personas sin hogar, migrantes y mujeres transgénero, le dieron el último adiós. La organización benéfica Sant'Egidio, que representaba a estos grupos, fue invitada especialmente.El Vaticano recordó su convicción: "los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios" .
Francisco, conocido por su vida austera y su dedicación a los más necesitados , fue enterrado en la basílica papal, donde un grupo de personas pobres le rindió homenaje final.