

Por: Redacción
En su testamento espiritual, el Papa Francisco dejó claro su deseo de un final humilde. Pidió ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, un lugar que marcó su ministerio. Su decisión fue compartida públicamente por el Vaticano pocas horas después de su fallecimiento a los 88 años.
"Deseo que mi último viaje terrenal termine en este antiquísimo santuario mariano", escribió el pontífice, quien eligió un nicho entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza. Nada de lujos: solo su nombre, “Franciscus”, grabado sobre tierra, sin adornos.
Además, el Papa pidió que los gastos del entierro sean cubiertos por un benefactor, bajo supervisión del Arzobispo Rolandas Makrickas. Un cierre coherente con su mensaje de humildad y servicio.
"Ofrecí mi sufrimiento por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos", concluyó el testamento, escrito el 29 de junio de 2022 en Casa Santa Marta. Un legado de fe que trasciende lo terrenal.