

Hugo Orlando “Loco” Gatti fue mucho más que un arquero: fue un personaje, un artista, un revolucionario. Jugó 765 partidos en Primera y atajó 26 penales. Se retiró en 1988, tras marcar una época que aún perdura.
Ganó seis títulos con Boca y atajó el penal que le dio la primera Copa Libertadores al club. Fue en 1977, en Montevideo, ante Cruzeiro. Aquella noche pasó a la historia para siempre.
Con su melena larga, ropa de colores y salidas alocadas del área, Gatti desafió todas las reglas. Su rivalidad con Fillol fue un clásico dentro del clásico. Y su legado sigue vivo en cada arquero que se atreve a más.
Nació en Carlos Tejedor y debutó en Atlanta en 1962. Desde entonces, nunca dejó de sorprender, adentro y afuera de la cancha. El fútbol argentino despide a uno de sus íconos más auténticos.