Una mujer de 40 años, vecina del barrio Las Casuarinas de Ibarlucea, murió el 25 de diciembre tras contraer hantavirus, una enfermedad poco frecuente pero de alta gravedad. El caso fue confirmado por el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde la paciente había sido internada en terapia intensiva.
Según información médica, la mujer comenzó con síntomas gripales el 23 de diciembre: dolor muscular, fiebre y malestar general. En apenas 24 horas el cuadro se agravó, por lo que ingresó de urgencia. Pese a los esfuerzos del equipo de salud, falleció dos días después.
Entre los datos epidemiológicos relevados, las autoridades registraron que la mujer había pasado tres semanas en una cabaña de Victoria (Entre Ríos), previo al inicio de los síntomas. Con esa información se activaron los protocolos de control de foco en Ibarlucea y se notificó a la provincia vecina para continuar con la investigación ambiental.
El Ministerio de Salud de la Nación confirmó que 2025 cerró con 23 casos y 9 muertes, una cifra elevada si se compara con los dos años anteriores, cuando no se habían registrado contagios. La zona Centro, que incluye Santa Fe, Entre Ríos, CABA y Buenos Aires, concentra el 70% de los infectados.
El virus se contagia principalmente por inhalación de partículas provenientes de la orina, saliva o heces de roedores, especialmente el ratón colilargo. También puede transmitirse al manipular elementos contaminados o al entrar en ambientes cerrados con poca ventilación.
Los primeros signos suelen confundirse con una gripe:
Fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, escalofríos
Náuseas, vómitos, dolor abdominal, fatiga
En fases avanzadas puede aparecer tos seca, dificultad respiratoria y evolucionar a un síndrome cardiopulmonar grave que requiere internación urgente.
Las autoridades recordaron medidas clave para evitar contagios:
Control de roedores: sellar grietas, ordenar patios, guardar basura en recipientes cerrados.
Limpieza segura: ventilar 30 minutos, usar guantes y barbijo, y limpiar con lavandina diluida.
Alimentos y agua: conservar en recipientes herméticos y consumir agua potable.
Al aire libre: evitar zonas con maleza y no dormir directamente sobre el suelo.
Manipulación de roedores: nunca tocarlos; si están muertos, rociar con lavandina, esperar y retirar con guantes.
Buscar atención médica inmediata y mencionar cualquier posible contacto con roedores o ambientes rurales. La detección temprana puede ser clave para evitar complicaciones severas.
Las autoridades mantienen activos los operativos de prevención en toda la región y pidieron extremar cuidados, especialmente en zonas rurales o de cabañas.