La noticia golpeó fuerte al mundo animalista y a miles de personas que siguieron su historia. Murió Kenya, la elefanta africana que había sido trasladada desde el Ecoparque de Mendoza al Santuario Global de Elefantes en Brasil, un viaje que significó el final de los elefantes en cautiverio en Argentina.
El fallecimiento fue confirmado por el propio santuario en Mato Grosso, donde Kenya había llegado en julio tras más de cuatro décadas de encierro. En los últimos días, el animal atravesaba un delicado cuadro de salud, según informaron desde la organización.
Desde el santuario despidieron a Kenya con un mensaje cargado de emoción y agradecimiento. Destacaron el vínculo especial que había logrado con personas de todo el mundo y recordaron su personalidad única, capaz de conectar corazones sin decir una palabra.
También informaron que se realizará una necropsia para determinar las causas de su muerte. El procedimiento se hará en conjunto con una universidad y, como es habitual, los resultados definitivos podrían demorar varios meses. Kenya descansará junto a Pupy, otra elefanta del santuario.
Kenya había llegado a Mendoza en 1985, con apenas cuatro años, proveniente de un zoológico de Alemania. Pasó gran parte de su vida sola, en condiciones que afectaron su salud física y emocional. Su traslado a Brasil fue el resultado de años de reclamos y trabajo de organizaciones por el bienestar animal.
El operativo fue seguido paso a paso: casi cinco días de viaje, más de 3.500 kilómetros por tierra y un equipo interdisciplinario que garantizó su cuidado en todo momento.
La partida de Kenya no solo duele: marca un hito histórico. Con su salida del país, Argentina dejó de tener elefantes en cautiverio, un logro largamente esperado por activistas y defensores de los derechos animales.
Kenya ya no está, pero su historia quedó grabada como símbolo de una lucha que cambió para siempre la forma de mirar a los animales en cautiverio. En Click Noticias, te contamos lo que importa, rápido y claro.