Una recorrida de rutina terminó evitando lo que podía ser una tragedia. Cerca de las 22:30, personal policial que patrullaba por Posta del Yatasto e Isla Leones divisó a un hombre deambulando de manera sospechosa. Apenas notó el móvil, salió corriendo rumbo a la altura 1002 de Isla Leones.
Los efectivos lograron interceptarlo en cuestión de metros. En ese instante, el sujeto se desprendió rápidamente de una campera negra. Al levantar la prenda del suelo y realizar un palpado superficial, los uniformados vieron lo que nadie quiere encontrar en plena calle: dos armas de fuego asomando desde uno de los bolsillos.

El secuestro fue inmediato. Entre las prendas, la policía halló:
Una pistola calibre 9 mm, sin marca visible y con número limado, con cargador y cinco cartuchos
Un revólver RG calibre 22, con seis municiones en el tambor
Un contenedor con 28 municiones calibre 22
El hombre fue trasladado a la dependencia policial, donde quedó alojado a la espera de la audiencia de control de detención.
Desde la fuerza remarcaron la importancia del patrullaje preventivo y la rápida intervención, que permitió retirar de circulación armas listas para ser usadas. El procedimiento refuerza la presencia policial en los barrios y envía un mensaje claro: la calle no es tierra de nadie.