El hecho ocurrió el 30 de noviembre, cuando la mujer habría tomado un cuchillo y lo apuñaló en el cuello. La Policía siguió un rastro de sangre desde la vía pública hasta el quinto piso de la Galería San Martín, donde se habría producido el ataque.
Según el parte de Fiscalía, existían denuncias previas contra la víctima y una prohibición de acercamiento. La defensa sostuvo que Bobadilla actuó en legítima defensa en un contexto de violencia de género, recordando antecedentes del hombre por desobediencia judicial y una relación marcada por asimetría y dependencia económica.
La fiscal Andrea Rubio pidió prisión preventiva por tres meses, pero la defensora Vanesa Vera se opuso y remarcó que su asistida no intentó fugarse y se presentó voluntariamente ante la Policía. También señaló que no hay cupos para alojar mujeres detenidas.
Finalmente, la jueza Lilian Borquez aplicó perspectiva de género y, debido a la emergencia carcelaria, dispuso que la imputada continúe en libertad, con presentaciones semanales en la Comisaría 1ª.