domingo 07 de diciembre de 2025 - Edición Nº243

Mundo | 19 nov 2025

Drama en la costa chilena

Sigue la búsqueda del joven argentino arrastrado por el mar en La Serena

El adolescente de 17 años desapareció en una zona no habilitada para bañistas. Un trabajador logró rescatar a sus cuatro hermanos, pero el operativo por aire, tierra y mar aún no da resultados.


La playa Cuatro Esquinas, en La Serena, se convirtió en escenario de una tragedia que mantiene en vilo a dos países. Alejandro Cabrera Iturriaga, un adolescente argentino de 17 años oriundo de San Juan, continúa desaparecido desde el lunes, cuando fue arrastrado por el mar mientras se bañaba junto a sus cuatro hermanos en un sector prohibido.

El grupo había ingresado al agua sin advertir la intensidad del oleaje. En segundos, la corriente los tomó por sorpresa y comenzó la desesperación. Los gritos de la madre alertaron a Francisco Boldo, un trabajador que pasaba por la costanera en bicicleta. Él fue quien decidió tirarse de inmediato al mar y hacer lo que pudiera para salvarlos.


“Rescaté a cuatro. Me faltó uno”

El relato de Boldo es tan crudo como impactante. “Vi a la mujer desesperada y me tiré sin dudar”, contó. Primero logró acercar a la orilla a un chico que estaba a punto de hundirse. Después encontró a otro de 12 años flotando inconsciente.

“Tuve que darle respiración ahí mismo, apretarle el pecho para que botara agua. Volvió en sí y lo tomé del brazo para ir por su hermana”, recordó. Así logró rescatar a cuatro de los cinco hermanos.

Pero el último, Alejandro, fue imposible de alcanzar. “Se me fue de las manos. Estaba solo y no pude hacer más”, dijo con bronca y tristeza.


El operativo continúa sin resultados

Pese al enorme esfuerzo de salvataje inicial, las autoridades chilenas reconocen que la búsqueda aún no arrojó pistas firmes. Patrullas marítimas, drones, personal terrestre y equipos especializados trabajan sin pausa en el área.

Boldo también cuestionó los recursos del primer operativo oficial: “Los niños empezaron a tragar agua. No tenían los recursos adecuados y los subieron como podían, todos raspados”, señaló sobre el accionar de la lancha que acudió a la emergencia.

Mientras tanto, la familia del adolescente espera noticias en un clima de angustia que ya lleva más de 48 horas. La zona sigue vigilada y el rastrillaje continuará a lo largo del día, pero el mar, otra vez, se muestra implacable.

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