La Justicia volvió a marcarle el paso a Cristina Kirchner, esta vez endureciendo las condiciones del régimen de visitas en su prisión domiciliaria de San José 1111, en el barrio porteño de Constitución. La decisión quedó en manos del juez del Tribunal Oral Federal 2, Jorge Gorini, quien consideró que la reunión con nueve economistas realizada el lunes pasado excedió lo autorizado.

El nuevo esquema impone que la expresidenta solo podrá recibir dos visitas por semana, con un máximo de dos horas de duración y hasta tres personas en simultáneo. Además, cada ingreso deberá contar con una autorización individual, previa y justificada, detallando motivo, fecha y horario.

Según el fallo, la visita grupal no estaba contemplada: cada uno de los economistas tenía autorización solo de manera individual, lo que motivó el ajuste. De todos modos, se mantienen habilitados los ingresos habituales de familia, allegados, abogados, profesionales de salud y personal de custodia.

La resolución también advierte que, si Cristina no cumple con las nuevas reglas, el beneficio podría modificarse o incluso revocarse.

La respuesta de Cristina: apuntó al “bestiario mediático”

Apenas la medida se hizo pública, la exmandataria salió al cruce con un mensaje en redes que reavivó el clima político. “No es la foto… es la Economía estúpido”, lanzó, cuestionando la repercusión mediática de la reunión.

Cristina explicó que los nueve economistas que la visitaron sí estaban autorizados, y que representaban a un grupo de más de 80 profesionales que acercaron propuestas para un Modelo Económico Nacional productivo y federal.

Además, recordó que ya había tenido encuentros grupales —también con fotos publicadas— sin que eso generara escándalo. Para ella, el problema es otro: “Lo que molestó de verdad (…) es que hablamos de un modelo de crecimiento en una Argentina que, bajo el gobierno de Milei, no deja de destruir empresas y trabajo.”

La dirigente peronista cerró con una crítica directa al funcionamiento del Poder Judicial:
“¿Por qué no dejamos que directamente Clarín y La Nación firmen las sentencias judiciales que primero arman mediáticamente?”

La decisión de Gorini suma un nuevo capítulo a la pulseada entre la Justicia y la expresidenta, en un contexto donde política, tribunales y estrategia comunicacional vuelven a cruzarse con fuerza.