El sistema de salud encendió todas las alertas tras el nuevo Boletín Epidemiológico Nacional, que reveló un incremento récord de casos de sífilis en Argentina. Solo en las primeras 44 semanas de 2025 se registraron 36.702 contagios, una cifra que prácticamente iguala los números máximos de 2024.
En los últimos años, la curva viene subiendo sin freno: desde 2015, los casos se triplicaron y, tras el descenso momentáneo que provocó la pandemia, el crecimiento volvió con fuerza a partir de 2022. Hoy, la tasa nacional se disparó de 56,1 cada 100.000 habitantes en 2019 a 93 en 2024, y los datos preliminares muestran otro salto del 20,5% en 2025.
La sífilis golpea especialmente a la población joven: el 76% de los contagios se concentra entre los 15 y 39 años, con un pico en el segmento de 20 a 24. En las franjas más jóvenes, la incidencia es mayor en mujeres, mientras que, en edades avanzadas, son los varones quienes encabezan los registros.
El aumento se repite en todo el país, pero hay regiones que preocupan más que otras. En 2024, la región Centro explicó el 61,3% de los casos, con Córdoba marcando la tasa más alta del país. La región Sur mostró el mayor nivel regional, con subas significativas en Neuquén, Tierra del Fuego y La Pampa. Cuyo, NEA y NOA también registraron escaladas, y provincias como San Luis, Chaco, Formosa, Jujuy y Catamarca figuran entre las más comprometidas.
Los especialistas explican que este crecimiento responde a múltiples factores: alta transmisibilidad en fases tempranas, falta de prevención sostenida, desigualdad en el acceso a tests y tratamientos, y mejoras en los sistemas de vigilancia, que permiten detectar más casos. También preocupa el nivel de reinfecciones, que según estudios recientes alcanza al 28% de los diagnósticos en varones en algunas ciudades grandes.
La sífilis, si no se trata a tiempo, puede provocar complicaciones graves: desde lesiones cutáneas y fiebre hasta daños neurológicos y cardiovasculares. Además, es una de las principales causas prevenibles de problemas en el embarazo, lo que convierte al brote en un tema urgente para la salud pública.
Mientras tanto, especialistas y autoridades redoblan el llamado a reforzar el testeo, el uso de métodos de prevención y la atención temprana para intentar frenar una tendencia que, por ahora, sigue en ascenso.