Un testimonio estremecedor volvió a poner bajo la lupa uno de los capítulos más brutales de la Guerra de Bosnia: los presuntos “safaris humanos” en los que ciudadanos italianos adinerados habrían pagado para disparar contra civiles durante el sitio de Sarajevo.
El exgeneral de brigada bosnio Edin Subasic, también exagente de inteligencia, confirmó que existía una “tarifa” para quienes quisieran unirse como francotiradores de fin de semana a las tropas serbobosnias que mantenían cercada la ciudad. Según su relato, los blancos incluían adultos, mujeres, niños e incluso embarazadas, además de soldados.
Subasic definió como “el aspecto más morboso” el hecho de que estos visitantes pagaban por disparar a personas atrapadas en la ciudad sitiada, un dato que coincide con información publicada por diversos medios europeos.
La revelación llega justo cuando la Fiscalía de Milán avanza con una investigación bautizada como “safaris de la muerte”, iniciada a partir de una denuncia del escritor Ezio Gavazzeni y los abogados Nicola Brigida y Guido Salvini. La causa apunta a reconstruir viajes clandestinos de italianos que, pasando por Trieste, llegaban a Sarajevo para participar en ataques contra la población.
Según Brigida, la documentación aportada incluye testimonios y archivos de inteligencia que describen la organización de estos viajes y podrían permitir identificar a los responsables, aunque la denuncia inicial no menciona nombres propios.
La Justicia italiana analiza el delito de homicidio múltiple con agravantes de “motivos abyectos” y “crueldad”, una figura que no prescribe. Subasic aseguró que espera que Italia “lleve este caso hasta el final”, ya que muchos de los participantes podrían seguir con vida.
Los llamados “safaris de Sarajevo” ya habían sido expuestos en el documental Sarajevo Safari (2022), del director esloveno Miran Zupancic, pieza clave para que la Justicia de Bosnia-Herzegovina abriera un expediente.
El sitio de Sarajevo, uno de los episodios más devastadores del conflicto, dejó un saldo de unos 6.000 civiles asesinados, y estas nuevas pruebas podrían reabrir un capítulo oscuro que aún espera justicia.