El juicio por la causa conocida como “los Cuadernos de las Coimas” arrancó con una acusación contundente: la fiscalía afirmó que Cristina Fernández de Kirchner actuó como jefa de una asociación ilícita que operó durante más de una década.
“Quedó demostrado que intervino en la asociación ilícita en carácter de jefa”, fue una de las frases más fuertes de la lectura del requerimiento, a cargo del secretario Ernesto Javier Ruiz, del Tribunal Oral Federal N°7. Según el texto, el fallecido expresidente Néstor Kirchner también habría ejercido el mismo rol dentro de la estructura, aunque su acción penal fue extinguida por muerte.
De acuerdo con la acusación, la organización funcionó entre mayo de 2003 y noviembre de 2015, y tenía como objetivo recaudar dinero ilegal proveniente de empresarios contratistas del Estado. Ese dinero habría sido utilizado para enriquecimiento personal y para financiar otras maniobras delictivas.
Entre los nombres mencionados aparecen figuras clave del kirchnerismo como Julio De Vido, Roberto Baratta, José López, Claudio Uberti y el chofer Oscar Centeno, autor de los cuadernos que dieron origen al caso. También se incluyen empresarios vinculados a la obra pública, como Carlos Wagner, Ernesto Clarens y Gerardo Ferreyra.
La causa, que generó uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia reciente del país, ingresa ahora en su etapa de audiencias orales, donde se debatirá la responsabilidad penal de más de treinta acusados.
Mientras tanto, el nombre de Cristina Kirchner vuelve a ocupar el centro del escenario judicial y político, en un proceso que promete semanas de declaraciones explosivas y nuevas tensiones en el tablero nacional.