El cielo argentino se prepara para un nuevo capítulo de tensión gremial. La Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) confirmó un paro escalonado durante casi todo noviembre, en reclamo por el supuesto incumplimiento de acuerdos laborales por parte de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA).
El cronograma de medidas contempla nueve jornadas de interrupciones que afectarán vuelos de carga y actividades de instrucción entre el 3 y el 30 de noviembre, en turnos nocturnos de 22 a 6 horas. Aunque los vuelos sanitarios, humanitarios y de rescate estarán exceptuados, el paro podría generar demoras importantes en la cadena logística y en los aeropuertos del país.
Desde EANA salieron con los tapones de punta y calificaron la protesta como “ilegítima y política”, asegurando que el acuerdo paritario “está en plena ejecución y concluye en diciembre”. Según fuentes oficiales, el conflicto responde más a una disputa interna con sectores gremiales que a un reclamo real por condiciones laborales.
Por su parte, Paola Barritta, secretaria general de ATEPSA, defendió la decisión y acusó a la empresa estatal de “buscar deslegitimar las medidas sindicales con argumentos infundados”.
El paro afectará aeropuertos clave del país y podría complicar la distribución de carga en plena temporada alta de fin de año. Además, las cámaras del sector alertaron que las medidas “dificultan la reprogramación de vuelos” y generan pérdidas millonarias.
El calendario de protestas incluye los días 3, 6, 9, 14, 24, 27 y 30 de noviembre, y no se descarta una ampliación del paro si no hay avances en la negociación.
Con este nuevo conflicto, la tensión entre el Gobierno y los gremios aeronáuticos vuelve a despegar, justo cuando el país intenta reactivar el tráfico aéreo y recuperar competitividad regional.