El escándalo por el robo histórico al Museo del Louvre sumó un nuevo capítulo este domingo. La Fiscalía francesa confirmó la detención de dos sospechosos que habrían integrado el comando de cuatro personas que ejecutó el asalto relámpago en la Galería Apolo, uno de los espacios más custodiados del museo.
Las capturas se realizaron entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. Uno de los sospechosos fue detenido en el aeropuerto Charles de Gaulle cuando intentaba salir del país hacia Argelia, mientras que el segundo cayó en la región de Seine-Saint-Denis, al norte de París.
Los investigadores señalaron que el ADN hallado en la escena del crimen fue decisivo para identificar a los detenidos, ambos con antecedentes criminales previos y ya registrados en bases policiales. En el museo se habían levantado más de 150 muestras entre rastros biológicos y huellas.
Sin embargo, las joyas robadas —valuadas en 88 millones de euros y parte del patrimonio histórico de la Corona francesa— aún no fueron recuperadas.
Desde el gobierno francés intentan cuidar cada movimiento. La fiscal Laure Beccuau advirtió que la filtración de estas detenciones podría entorpecer la investigación, que sigue en curso bajo estricta confidencialidad.
El ministro del Interior, Laurent Nuñez, felicitó al equipo que trabaja en el caso, pero confirmó que el operativo continúa para dar con los otros implicados y recuperar el botín.
Mientras tanto, el Louvre reabrió sus puertas, aunque la Galería Apolo sigue cerrada. Varias de sus piezas fueron trasladadas bajo escolta al Banco de Francia por seguridad.
El robo ya es considerado uno de los más audaces de los últimos años y reavivó el debate sobre si el museo más visitado del planeta está realmente preparado para proteger su tesoro más valioso.