

La historia podría parecer de ficción, pero ocurrió en Trelew, provincia de Chubut. Un detenido que debía cumplir arresto domiciliario decidió romper su tobillera electrónica, salir de su casa y —según todo indica— irse de copas.
El hecho se registró este viernes a las 8:20 de la mañana, cuando efectivos de la Comisaría Segunda acudieron a una vivienda ubicada sobre Elbio Ángel Bell Norte tras recibir una alerta del comando. El sistema de monitoreo había detectado que la tobillera del detenido J.J.O. (30) estaba fuera de funcionamiento.
Al llegar, los policías encontraron la tobillera dañada y abandonada en el domicilio. En la casa solo estaba la madre del hombre, quien aseguró que “estaba durmiendo” y no sabía dónde se encontraba su hijo.
La sorpresa llegó pocos minutos después: a las 7:50 (antes de que termine el operativo), el propio detenido volvió a su casa en presunto estado de ebriedad. Los agentes no dudaron y lo arrestaron nuevamente.
La policía secuestró la tobillera electrónica rota y el equipo de comunicación del monitoreo, que quedaron como evidencia del incumplimiento.
Fuentes del caso confirmaron que el hombre fue trasladado a la dependencia policial y se dio intervención a la justicia para definir su situación.
Una vez más, la irresponsabilidad le salió cara: su breve “salida de copas” terminó en otra detención y un expediente nuevo.