

El Gobierno nacional autorizó este martes la extradición de Federico “Fred” Machado a Estados Unidos, luego de que la Corte Suprema rechazara todos los planteos de su defensa y avalara el pedido judicial del Distrito Este de Texas, donde el empresario enfrenta cargos por narcotráfico, lavado de dinero, fraude electrónico y asociación ilícita.
El fallo, firmado por Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti, confirmó la resolución del Juzgado Federal N°2 de Neuquén, que ya había dado el visto bueno a la solicitud. Con esa definición, el Poder Ejecutivo tenía la última palabra, y este martes la Casa Rosada formalizó su decisión.
“El Presidente instruyó a la Cancillería y a la Jefatura de Gabinete a avanzar con el acto ejecutivo previsto por la ley”, informó el comunicado oficial. Desde el Ejecutivo remarcaron el compromiso del país con la cooperación internacional contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Tras la resolución, agentes de la Policía Federal trasladaron a Machado a la delegación de Viedma, donde permanecerá bajo custodia hasta concretarse el envío a los Estados Unidos.
El empresario enfrenta cinco cargos principales, entre ellos tres por integrar una red dedicada al tráfico de cocaína, uno por lavado de dinero y otro por conspiración para cometer fraude.
Durante el proceso, su defensa —encabezada por Francisco Oneto y Roberto Rallin— intentó frenar la extradición alegando irregularidades en el juicio, violación del principio de igualdad de armas y falta de “doble incriminación”. Pero la Corte fue tajante: el pedido estadounidense cumple con todos los requisitos internacionales.
El caso tomó una dimensión política cuando Machado admitió haber financiado la campaña presidencial de José Luis Espert en 2019, con aportes que incluyeron vuelos privados y asesorías millonarias.
En declaraciones a radio Rivadavia, el empresario detalló: “Le habré dado 100 o 150 lucas. No me pareció un gasto importante para mis ingresos”. También recordó una reunión en la casa de Luis Rosales, donde se delineaba la estrategia de campaña junto a Espert, Lilia Lemoine y otros colaboradores.
“Parecía un tipo noble. No era el Espert de ‘cárcel o bala’”, dijo Machado, marcando distancia con el actual discurso del diputado liberal.
Por ahora, el empresario sigue cumpliendo prisión domiciliaria en Viedma, mientras la Cancillería termina los trámites finales. Si no hay objeciones de “soberanía o seguridad nacional”, su extradición a Texas será cuestión de días.