

Si la jugada prospera, el Ejecutivo quedará contra las cuerdas: deberá promulgar ambas leyes, ya que Diputados ya rechazó los vetos por amplia mayoría a mediados de septiembre.
Para imponerse, la oposición necesita los dos tercios de los presentes en el recinto, un número que buscará alcanzar con el apoyo de Unión por la Patria, parte del radicalismo, el PRO y fuerzas provinciales. Del lado del oficialismo, La Libertad Avanza llega debilitado y con escasos votos propios asegurados.
El resultado marcará un nuevo round entre la Casa Rosada y el Congreso en medio de una disputa que puede redefinir la relación de fuerzas en el poder político.