

El caso Madeleine McCann, la nena británica desaparecida en 2007 en el sur de Portugal, vuelve a sacudir titulares. A 17 años del hecho, un detective privado que trabajó directamente en la investigación aseguró que la hipótesis más fuerte nunca fue tomada en cuenta por la justicia alemana.
Se trata de Julián Peribañez, exintegrante de la firma Método 3 —contratada en su momento por Gerry y Kate McCann, los padres de Maddie—, quien cuestionó el accionar del fiscal alemán Christian Wolters, responsable de apuntar durante años al ciudadano alemán Christian Brueckner como principal sospechoso.
“La liberación de Brueckner debería ser un punto de inflexión. En mi opinión, Wolters debería dimitir. El verdadero secuestrador sigue en libertad”, lanzó Peribañez en diálogo con Metro.
Según el investigador, la niña habría sido secuestrada por un grupo delictivo organizado que operaba en el Algarve y que desapareció de la región poco después del hecho, lo que complicó cualquier rastreo. “Sé que ese grupo no fue investigado. Desaparecieron del área y por ahora no puedo decir más”, aseguró.
Las declaraciones se dan en un escenario de estancamiento judicial: la última búsqueda en Portugal duró apenas tres días sin resultados, mientras que un documental de Channel 4 agitó el debate al presentar supuestas pruebas inéditas que apuntan a que Maddie estaría muerta.
En paralelo, Brueckner —un exconvicto alemán con antecedentes por delitos sexuales— sigue buscando cámaras y titulares. En los últimos días, incluso habló del caso en un negocio de celulares en Alemania, donde aseguró tener “pruebas para poner fin al escándalo del siglo”, según relató el comerciante al diario The Sun.
A casi dos décadas, el misterio de Madeleine McCann se mantiene vivo, con acusaciones cruzadas, nuevas teorías y un vacío de respuestas oficiales.