

Un nuevo capítulo de tensión entre Rusia y la OTAN se vivió este viernes en el Báltico, cuando tres cazas rusos MIG-31 violaron el espacio aéreo de Estonia. El episodio duró unos 12 minutos y obligó a una reacción inmediata de la alianza militar.
El ejército estonio confirmó que los aviones fueron interceptados por F-35 italianos con base en Ämari, dentro de la misión de custodia aérea que la OTAN realiza en los países bálticos.
La cancillería de Estonia fue categórica: “La incursión de hoy es de una desfachatez sin precedentes”, aseguró el ministro Margus Tsahkna, quien pidió reforzar la presión política y económica contra Moscú.
3 MIG-31 rusos han entrado en el espacio aéreo de ESTONIA (país miembro de la OTAN) durante 12 minutos.
— Memorias de Pez (@MemoriasPez) September 19, 2025
Rusia testea los protocolos de defensa de la OTAN una vez más. pic.twitter.com/lf87UpsK5e
Desde la OTAN, la vocera Alison Hart calificó la acción como “otro ejemplo del comportamiento imprudente de Rusia” y destacó la capacidad de respuesta de la fuerza aliada.
La Unión Europea también levantó la voz. La primera ministra estonia Kaja Kallas advirtió que se trata de una “provocación extremadamente peligrosa”, mientras que Ursula von der Leyen reclamó endurecer las sanciones y acelerar el 19º paquete de medidas contra Rusia.
No es la primera vez: Estonia ya denunció cuatro violaciones de su espacio aéreo en lo que va del año, y el incidente ocurre a pocos días de que más de 20 drones rusos ingresaran a Polonia, donde la OTAN debió derribarlos.
El mensaje parece claro: Moscú sigue probando los límites de Occidente. Y la respuesta europea promete ser cada vez más dura.