

Los especialistas no proyectan una “disparada” del desempleo, pero sí un avance de la informalidad y el cuentapropismo, con cada vez más trabajadores en plataformas o sin registro formal.
“Desde agosto entramos en una fase recesiva, con altas tasas e inestabilidad cambiaria. Soy pesimista con la respuesta del mercado laboral”, señaló el economista Federico Pastrana. En tanto, Matías Maito (CETyD) recordó que a comienzos de año el desempleo trepó a 7,9%, “números que no se veían desde la pandemia”.
El panorama se agrava por el bajo dinamismo sectorial: mientras el modelo productivo se apoya en el complejo energético, la industria y la construcción —sectores más intensivos en empleo— muestran caídas. Según Equilibra, en julio la actividad retrocedió 0,3% y el empleo registrado cayó 4% interanual, con 240.000 trabajadores menos.