

El dirigente debía recuperar la libertad este lunes 8 de septiembre, pero la fiscalía alegó riesgos de fuga y entorpecimiento de la investigación.
La fiscal sostuvo que el lonko carece de arraigo, no tiene domicilio permanente y registra antecedentes de evasión. Sus defensores, en cambio, calificaron el planteo como “penoso” y acusaron a los jueces de aceptar argumentos “imprecisos” que debilitan el derecho a la defensa.
Jones Huala permanece detenido desde junio en Comodoro Rivadavia, tras un operativo de la Policía Federal cuestionado por la defensa por irregularidades. Está acusado de haber reivindicado acciones violentas durante la presentación de un libro en febrero, lo que derivó en su imputación en el marco de una presunta “mega causa RAM”.
Desde la Gremial de Abogados y Abogadas denuncian que no existe prueba concreta de la RAM como organización violenta y sostienen que la figura del “terrorismo internacional” se usa como excusa para justificar políticas de persecución y control en la Patagonia.