

Australia apretó en el tramo final con dos tries en apenas dos minutos que encendieron todas las alarmas. Catorce contra quince y a diez del cierre, la defensa argentina tuvo que multiplicarse para no dejar escapar un triunfo que parecía controlado.
Carreras regresó y dio aire, pero Daugunu volvió a filtrarse con un pase claramente forward que puso a los locales a tiro. La última pelota fue para los Wallabies, que buscaron el milagro, aunque la defensa Puma se plantó y sostuvo la victoria con uñas y dientes.
¿Se debió ganar con mayor tranquilidad? Sí. ¿Alcanza con ganar así? También. Porque el dominio y el estilo que mostró este equipo invitan a soñar con más triunfos que derrotas en lo que resta del torneo.