Nepal vive horas de caos y violencia sin precedentes. Al menos 25 personas murieron tras el estallido de protestas juveniles contra la corrupción que se descontrolaron en todo el país, con incendios, ataques a líderes políticos y el asalto a edificios emblemáticos en Katmandú.
👉 En medio del desborde, el primer ministro KP Sharma Oli presentó su dimisión, asegurando que buscaba una salida política “aceptable bajo la Constitución”.

📍 La escalada incluyó escenas dramáticas:
La esposa del ex primer ministro Jhalanath Khanal murió tras ser incendiada en su vivienda.
El ex premier Sher Bahadur Deuba y su esposa, la canciller Arzu Rana Deuba, fueron agredidos y evacuados en helicóptero por el Ejército.
Multitudes ingresaron al complejo de Singha Durbar, prendieron fuego al Parlamento, la Oficina de la Presidencia y el Tribunal Supremo.
También fueron atacadas más de dos docenas de residencias de ministros, medios de comunicación y hasta aeropuertos.
⚠️ En paralelo, se reportó la fuga de unos 900 presos tras la toma de varias cárceles. El aeropuerto internacional de Katmandú y otras terminales fueron cerrados por seguridad.
Las redes sociales, pese a las restricciones, se llenaron de imágenes de Katmandú envuelta en humo, sirenas y banderas flameando desde edificios tomados.

El movimiento, identificado en redes como #GenZProtestNepal, se autodefine como una protesta anticorrupción liderada por estudiantes, que comenzó como una manifestación pacífica y terminó desatando la mayor crisis política en décadas.
💬 El alcalde de Katmandú, Balendra Shah, pidió calma: “La nación está en vuestras manos. Regresen a casa”.
Con la renuncia de Oli —figura dominante y polémica de la política nepalí— se abre un escenario incierto en el país del Himalaya, donde la juventud parece haber dicho basta. ✊🔥