

“Más que una ampliación es una actualización. Estos fondos permiten sostener la provisión de bienes y servicios”, señaló Barría, aunque advirtió que la inflación podría acelerarse hacia fin de año, dependiendo del escenario económico nacional.
Del total, $14.000 millones se destinarán a nuevas obras de infraestructura, financiadas con excedentes de ejercicios anteriores. No serán para proyectos en curso, sino para iniciar obras frescas, cuyo listado se definirá junto al intendente y los concejales, priorizando servicios básicos.
El desafío será ejecutar la inversión durante el verano y evitar que la inflación erosione rápidamente los recursos, en un contexto marcado por la caída de la actividad petrolera y la incertidumbre financiera del país.