

Cada 17 de agosto Argentina recuerda a José de San Martín, pero detrás de la imagen de bronce hay un costado mucho más humano y enigmático. El Padre de la Patria se llevó a la tumba cuatro grandes secretos que todavía generan debate entre historiadores.
La versión oficial dice que fue hijo de Juan de San Martín y Gregoria Matorras, pero algunos sostienen que podría haber sido descendiente de una mujer guaraní y del capitán español Diego de Alvear. La teoría nunca desplazó la historia tradicional, pero sigue latente como uno de los mayores enigmas sobre su origen.
San Martín formó parte de la Logia Lautaro, una sociedad secreta clave en la independencia. Se sabe que había masones en sus filas, pero nadie puede asegurar si sus objetivos eran solo políticos o si había una agenda esotérica detrás. Los documentos fueron destruidos y el misterio persiste.
En 1822, San Martín se reunió con Simón Bolívar en un encuentro histórico. Tras esa reunión, el Libertador decidió retirarse de la escena política. ¿Hubo un acuerdo secreto? ¿Un choque de egos? Nadie lo sabe con certeza, porque las cartas y testimonios son contradictorios.
Después de tantas batallas y sacrificios, San Martín eligió vivir en Francia hasta su muerte en 1850. Algunos creen que lo hizo por problemas de salud (asma y úlceras), otros aseguran que fue por el desencanto con las peleas internas en el Río de la Plata. Lo cierto es que nunca volvió a su tierra.
San Martín fue mucho más que un prócer: un hombre lleno de dudas, silencios y decisiones que siguen intrigando dos siglos después. Quizás ahí radique parte de su grandeza: en recordarnos que hasta los héroes tienen secretos. 🔑