

Lo que arrancó como una fiesta “piola” en el salón del barrio Panaderos terminó siendo un escándalo policial. Eran más de 150 personas, en su mayoría menores, y cuando llegó la cana, volaron botellas, piedras y hasta escombros.
La Policía del Chubut recibió una denuncia por una fiesta clandestina con menores en un salón del barrio. Dos patrullas de las seccionales Sexta y Cuarta llegaron al lugar, y al golpear la puerta, el boliche explotó para afuera:
Entre 150 y 200 personas salieron corriendo.
Cuando los efectivos intentaron retener a los menores para entregarlos a sus padres, la situación se volvió violenta.
“Nos tiraron botellas de vidrio y hasta escombros”, relataron.
Uno de los móviles terminó con el lateral derecho abollado, y hubo que hacer disparos al aire con posta de goma para dispersar a los agresores.
Un joven de 18 años fue arrestado por atacar el patrullero, y otros cuatro menores fueron demorados por seguridad.
La policía confirmó que no todos los pibes pudieron ser identificados en el momento del desbande.
El personal de Habilitaciones de la Municipalidad llegó recién a las 4:09 hs.
No se pudo labrar un acta, ya que no había un adulto a cargo del salón. Los inspectores se fueron sin sancionar.
Las autoridades judiciales dispusieron audiencia de control para el mayor detenido, y los menores fueron devueltos a sus padres.
El caso está en manos de la fiscal Belén De la Canal, junto con la asesora de familia Torrecilla y la jueza de turno Daniela Gómez.
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✋ Menores + alcohol + clandestina = combo explosivo.