

El martes marcó el final de las liquidaciones del sector agropecuario, que en junio aprovechó la baja de retenciones. Pese a las expectativas, el dólar bajó casi 2% y cerró en $1275. Esta "tensa calma cambiaria" se explica por el salto en las tasas de interés, que alcanzaron el 14% en cauciones y llegaron al 77% este martes. Este escenario se da luego del fin de las LEFI el 10 de julio, lo que liberó pesos al mercado y generó presión cambiaria, llevando al Ministerio de Economía a realizar una licitación de emergencia que absorbió casi $5 billones.
Superada la licitación, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, afirmó que se había logrado un "nuevo equilibrio monetario programado". Sin embargo, el mercado sigue de cerca la intervención oficial a través de la venta de dólar futuro. En este contexto, el CFO de un banco advirtió: "Quedaron muy altas, y va a seguir así, salvo que haya inyección de liquidez", lo que limitará drásticamente la oferta de préstamos.
Las miradas ahora están puestas en la próxima licitación del 31 de julio, donde vencen $12 billones. Un ejecutivo bancario anticipó el riesgo de que los inversores no renueven la deuda, liberando más pesos al mercado y generando nueva inestabilidad. El economista Federico Machado calificó la situación como una "crisis de tasas", señalando que las consecuencias de la absorción de pesos son un encarecimiento del crédito que frena la actividad económica y un deterioro del resultado fiscal si no se compensa con un mayor superávit primario.