

La historia se pone cada vez más turbia. Otro tripulante filipino fue detenido este jueves en el puerto de Vicentin, en San Lorenzo, por su presunta participación en el intento de envío de casi media tonelada de cocaína a Europa. El primer detenido había sido un cocinero del barco, también de origen filipino. Pero ahora cayó otro marino, en un operativo que deja muchas preguntas y pocas certezas.
La droga —469 kilos de cocaína— fue descubierta el 30 de abril, escondida en cámaras frigoríficas del buque mercante "MV Ceci", que navegaba con bandera de Islas Marshall. El hallazgo se dio después de que el propio capitán del barco alertara sobre unos bultos sospechosos.
Según la investigación, los ladrillos de cocaína estaban mojados con agua salada, lo que hace pensar que la “carga extra” se sumó cerca de Montevideo, y no en aguas del río Paraná.
Aunque ya hay dos detenidos —ambos filipinos, ambos parte de distintas tripulaciones—, la organización narco que orquestó el envío sigue sin ser identificada. Desde la Procunar y Prefectura sospechan que los marinos fueron enganchados como mulas de lujo, recibiendo dinero para "contaminar" la carga sin levantar sospechas.
El nuevo detenido será imputado en las próximas horas en Tribunales federales, donde se conocerán las pruebas que lo involucran. Por ahora, la causa sigue escalando a nivel internacional, con destino final en Ámsterdam, y una sola certeza: alguien perdió millones... y alguien más está dispuesto a recuperarlos.
📦 Desde la bodega al freezer, de Montevideo a Ámsterdam: el narcotráfico no para de mutar. Y en el medio, tipos comunes que terminan envueltos en tramas que superan cualquier guión de Netflix.