

La Cámara Federal de Casación Penal rechazó el pedido de Cristina Fernández de Kirchner para flexibilizar su prisión domiciliaria. La expresidenta quería quitarse la tobillera electrónica y permitir visitas sin autorización, pero el tribunal mantuvo todas las condiciones vigentes.
El juez Gustavo M. Hornos defendió las medidas impuestas, incluyendo la necesidad de pedir permiso para recibir personas fuera de la lista aprobada, como ocurrió con la visita del presidente Lula da Silva. Además, se confirmó que seguirá en su departamento de San José 1111, pese a los reclamos del Gobierno porteño.
Un dato clave fue que el fiscal Mario Villar desistió de pedir que CFK cumpla condena en una cárcel común, ya que —según explicó— venía cumpliendo con las condiciones impuestas por la Justicia sin inconvenientes.
La noticia se conoció el mismo día en que la Justicia ordenó que CFK y otros condenados por la causa Vialidad devuelvan más de 500 millones de dólares, lo que suma presión en un escenario judicial cada vez más complejo.