

El paro de controladores aéreos llega justo cuando empiezan las vacaciones de invierno en varias provincias. La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) confirmó interrupciones programadas para 10 jornadas clave de julio, en horarios de alta demanda. La medida afectará planes de vuelo, autorizaciones de pista y movimientos de aeronaves, y podría generar demoras o cancelaciones masivas.
Desde el sector empresario, IATA, JURCA y ALTA publicaron un comunicado conjunto alertando por el impacto económico y logístico en todo el país. Advirtieron que la medida “impide reprogramar los vuelos o reubicar a los pasajeros” y provocará pérdidas en aerolíneas, hoteles, agencias de viaje y comercios.
El gremio respondió con firmeza: “Hace más de diez meses que esperamos una propuesta seria”, señalaron. Aunque exceptuarán vuelos sanitarios y de emergencia, el objetivo es paralizar el movimiento aéreo comercial, en un momento crítico para el turismo interno. Las autoridades ya habían advertido sobre el riesgo para la seguridad operacional, pero ATEPSA mantuvo su postura y acusa al Gobierno de limitar el derecho a huelga.