Una multitud acompañó este sábado el último adiós a Diogo Jota, el jugador portugués que perdió la vida en un trágico accidente en España. La despedida tuvo lugar en Gondomar, la ciudad portuguesa donde vivía el delantero, y contó con una conmovedora presencia de figuras del fútbol internacional.

El plantel completo del Liverpool, club donde brillaba Jota, viajó hasta Portugal para estar presente. Entre ellos, se destacó Virgil van Dijk, que llegó con un arreglo floral en forma de camiseta con el número 20, el dorsal de Jota. Andrew Robertson, en cambio, homenajeó al hermano de Jota, André Silva (jugador del Penafiel), también fallecido en el accidente, con un tributo con el número 30.

Pero lo más impactante fue la llegada de Rubén Neves y Joao Cancelo, que jugaron un día antes en Estados Unidos con el Al Hilal en el Mundial de Clubes. Tras ser eliminados por Fluminense, volaron directo a Europa para acompañar a su amigo en el féretro.

También asistieron figuras de la selección de Portugal, como Bernardo Silva, Rúben Dias y Bruno Fernandes, además del DT Roberto Martínez, quien aseguró:

“Su espíritu estará con nosotros para siempre. Fue más que un jugador: era familia.”

Jota, que hace un mes había ganado la UEFA Nations League con su selección, tenía solo 27 años y un futuro enorme por delante. Su partida deja un vacío inmenso no solo en el fútbol portugués, sino en todo el deporte.