

Una bomba sacude al exministerio de Desarrollo Social. Una auditoría oficial realizada por la Sindicación General de la Nación (SIGEN) dejó al descubierto que el 87% de los comedores inscriptos eran irregulares, muchos de ellos duplicados o directamente inexistentes.
“Más de 38.000 comedores jamás fueron visitados por un inspector. De 54.613 registros, solo un 3% fueron validados físicamente”, reveló Miguel Blanco, el titular de SIGEN, en declaraciones radiales.
Según Blanco, el problema nace en RENACOM, el sistema que usaba el gobierno anterior para registrar los comedores:
“Direcciones falsas, formularios vacíos, campos nulos. El sistema permitía todo tipo de inconsistencias y no tenía validaciones”.
En una muestra aleatoria, auditores visitaron varios comedores registrados y se toparon con terrenos baldíos o casas particulares sin actividad.
Si bien aún no se auditó la parte financiera, desde SIGEN dejaron entrever que es muy probable que se hayan enviado fondos públicos a estos registros fantasma.
“No se controlaba a quién se le giraba dinero ni qué hacían con él”, disparó Blanco. “La falta de control es el caldo de cultivo de la corrupción.”
La Universidad de Buenos Aires también fue parte del informe. Blanco denunció que es la única universidad nacional que se negó a ser auditada y que judicializó el caso.
“La autonomía universitaria no significa no rendir cuentas”, afirmó.
Mientras tanto, otras casas de estudio como La Matanza y el Nordeste ya están colaborando con las auditorías.
Conclusión:
“La Argentina necesita volver a lo básico: saber quién recibe fondos, para qué y con qué resultados. Esto no es persecución. Es sentido común”, cerró Blanco.
💬 El informe completo será publicado en las próximas semanas y podría derivar en causas judiciales por malversación de fondos públicos. En Click Noticias, te vamos a seguir contando todo.