

Roma amaneció entre llamas y caos. Una fuerte explosión en una estación de servicio del barrio Prenestino, al sureste de la ciudad, dejó este viernes más de 30 heridos, entre ellos 11 policías, bomberos y carabineros, dos de los cuales están graves.
Según las primeras hipótesis, un camión habría golpeado una tubería, lo que desató el estallido alrededor de las 8:00 de la mañana. El estruendo se escuchó en varios puntos de la capital italiana y provocó una enorme columna de humo visible desde kilómetros.
Las autoridades activaron un operativo de emergencia que incluyó el cierre preventivo de una estación de metro, evacuación de viviendas y un centro deportivo, además del establecimiento de un amplio perímetro de seguridad.
Diez dotaciones de bomberos trabajan para controlar las llamas y evitar que se propaguen, mientras ambulancias y personal médico siguen trasladando heridos. Un centro de ambulancias con tanques de oxígeno cercano a la estación agravó la situación y multiplicó el riesgo de nuevas explosiones.
La primera ministra Giorgia Meloni expresó en redes:
“Quiero expresar mi solidaridad con los heridos, especialmente al personal de emergencia que actuó con valentía”, y agradeció el trabajo de rescate.
Desde el Vaticano, el papa León XIV también sumó su mensaje:
“Rezo por las personas afectadas por la explosión en el barrio Prenestino Labicano. Sigo con preocupación la evolución de este trágico suceso”, publicó en su cuenta oficial.
El Hospital Sant’Eugenio activó los códigos naranja y rojo para atender a varios heridos con fracturas y quemaduras, mientras que la Unidad de Quemados Mayores recibió pacientes trasladados de otros centros.
La ciudad eterna vivió un despertar trágico. Mientras las investigaciones siguen, Roma intenta volver a respirar entre escombros, humo y una fuerte presencia policial.