Un nuevo episodio de violencia sacudió a Alemania este jueves, cuando un hombre armado con un martillo atacó a cuatro personas en un tren que iba de Hamburgo a Viena. Todo sucedió en plena marcha, entre las ciudades de Straubing y Plattling, en el estado de Baviera.

El atacante fue identificado como un ciudadano sirio de 20 años, que también resultó herido tras ser reducido por otros pasajeros. Actualmente está bajo custodia policial y recibiendo atención médica.

🚨 Ataque inesperado y terror sobre ruedas

El tren, que transportaba a unas 500 personas, se detuvo de urgencia luego de que pasajeros activaran el freno de emergencia alrededor de las 14:00. El caos fue total, y muchos testigos entraron en estado de shock.

La policía de Straubing y la Cruz Roja de Baviera montaron un operativo de emergencia con 150 efectivos, dos helicópteros y personal de apoyo psicológico para atender a las víctimas y a quienes resultaron emocionalmente afectados.

“Nuestros pensamientos están con los heridos y con quienes tienen que asimilar lo que vivieron”, expresó la empresa ferroviaria Deutsche Bahn en un comunicado.

🔎 ¿Qué se sabe del atacante?

Aunque en un principio se creyó que el agresor portaba un hacha, la policía luego confirmó que se trató de un martillo y posiblemente otras armas aún no identificadas. No trascendió el motivo del ataque, y no se descarta ninguna hipótesis.

Los cuatro pasajeros heridos fueron trasladados a hospitales cercanos. Ninguno estaría en peligro de vida, aunque las investigaciones siguen en curso.

📍 Un país en alerta

Este ataque no es un caso aislado. En los últimos meses, Alemania fue escenario de varios episodios violentos en lugares públicos:

• En mayo, una mujer apuñaló a más de una docena de personas en la estación de Hamburgo.

• En febrero, un conductor atropelló a manifestantes en Múnich: dos muertos y más de 20 heridos.

• En diciembre, un ataque con auto en un mercado navideño dejó 6 muertos y más de 200 heridos en Magdeburgo.

¿Casualidad o síntoma de algo más profundo? El debate sobre la seguridad en los espacios públicos se vuelve urgente en una Alemania que, otra vez, queda marcada por la violencia.