

El precio del kilo ronda entre los $11.999 y $12.999, lo que representa una diferencia de hasta el 30% con respecto a la carne faenada en la región Patagónica. Aunque los frigoríficos del norte ya activaron sus envíos, persisten dudas sobre cómo actuará SENASA en los controles.
En Río Negro también empezó el movimiento: en Cipolletti ya se vendieron los primeros cortes y se espera que otras ciudades del Alto Valle se sumen. A pesar de los descuentos, los carniceros advierten que no habrá una baja masiva de precios, sino que el asado será “una opción más” para hacer ofertas puntuales.
Desde el Frigorífico General Pico, en La Pampa, se espera ingresar la próxima semana con cortes al vacío y en caja, mientras algunos distribuidores siguen de cerca la respuesta oficial de SENASA, que aún no se pronunció públicamente.