Venezuela atraviesa una de las peores crisis climáticas de los últimos años. Las intensas lluvias que golpean al país dejaron más de 8.000 familias completamente aisladas, cientos de casas destruidas y rutas intransitables en al menos cuatro estados.
Desde Caracas, Nicolás Maduro responsabilizó al cambio climático y advirtió:
“Estamos pagando las consecuencias de dos siglos de contaminación ambiental”.
Las lluvias provocadas por la onda tropical número 9 arrasaron con todo a su paso, especialmente en los estados de Mérida, Táchira, Trujillo y Barinas. El despliegue de la llamada Fuerza de Tarea Andes 2025 intenta contener la emergencia, pero los daños ya son catastróficos.
8.456 familias quedaron aisladas
8.826 familias más fueron afectadas directamente
En Mérida, se cayeron 25 puentes y 370 viviendas quedaron dañadas
En Táchira, al menos 240 casas colapsaron
En Barinas, hay 3.730 familias afectadas en 8 municipios
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, desde Barinitas, alertó que las precipitaciones rompieron todos los promedios históricos y pidió extremar precauciones ante la llegada de nuevas tormentas.
“Este fenómeno climático se repite con más frecuencia e intensidad. Ya no es un hecho aislado, es una realidad global”, señaló Maduro, quien habló de “un planeta desequilibrado por el daño ambiental acumulado”.
El panorama no mejora. Ya se espera la llegada de una décima onda tropical, y el gobierno mantiene vigilancia sobre el centro y norte del país, donde también se prevén tormentas intensas.
Mientras tanto, cientos de familias siguen incomunicadas, sin acceso a servicios básicos y a la espera de asistencia.
La emergencia climática ya no es futuro: es ahora. Y en Venezuela, el agua no da respiro.