Después de más de dos décadas de prohibición, el asado con hueso vuelve a la Patagonia. Sí, leíste bien: el Gobierno habilitó el ingreso de carne con hueso plano —como costilla y esternón— a la región, aunque con condiciones súper exigentes.
La medida fue oficializada este viernes mediante la Resolución 460/2025 del SENASA, y se aplicará a las provincias de Chubut, Río Negro, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego y al sur del partido de Patagones (Buenos Aires).
Solo carne fresca refrigerada (no congelada)
Proveniente de plantas habilitadas
Con control de maduración y pH
Certificación de origen y empaque individual
Transporte exclusivo con cadena de frío y trazabilidad
No se permitirá ingresar medias reses ni animales enteros. Cada corte llegará bien identificado y solo podrá consumirse dentro del territorio patagónico.
Esta medida no elimina la barrera sanitaria que protege el estatus de la Patagonia como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, pero representa una apertura técnica muy esperada.
Desde el SENASA remarcaron que la trazabilidad será clave para evitar riesgos y mantener los acuerdos internacionales vigentes.
La iniciativa había sido rechazada en 2023 por los gobernadores del sur, pero ahora se aplicará bajo un nuevo protocolo sanitario más riguroso, lo que permitió destrabar el debate.
Desde Presidencia dijeron que “la normativa no altera el estatus diferencial de la región”, y aseguraron que “se prioriza la sanidad sin resignar tradiciones culturales como el asado”.
¿Ya te imaginás el próximo domingo con costillar en la parrilla y el viento patagónico de fondo?
Volvió el hueso. Volvió la mística.