

Este sábado a la mañana, la Ruta Nacional 40 fue escenario de un accidente que pudo haber terminado en tragedia, pero que dejó a todos con la boca abierta por cómo terminó: el conductor salió vivo tras incrustarse contra un muro de contención.
El choque ocurrió cerca de las 9, en la zona conocida como “Álamo Guacho”, dentro del ejido urbano de El Hoyo. El auto, que venía desde El Bolsón rumbo a Epuyén, se despistó sin explicación aparente y se estampó de lleno contra el cemento.
“La estructura del muro literalmente se metió dentro del habitáculo del conductor”, relató Luciana Cárdenas, jefa del Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de El Hoyo.
Una vecina que escuchó el impacto llamó de inmediato a la policía, y así se activó el protocolo de emergencia. Cuando llegaron los bomberos, el único ocupante del auto estaba desorientado y había sido desplazado al asiento del acompañante por el impacto.
Lo increíble: se negó a ser asistido. Los rescatistas tuvieron que contenerlo hasta que llegó la ambulancia, que lo llevó al hospital local. No tenía heridas graves, solo algunos golpes menores.
No había lluvia, hielo ni niebla: las condiciones climáticas eran normales, lo que descarta causas externas por mal estado del camino. Personal de la Comisaría de El Hoyo realizó los peritajes para tratar de entender qué pasó.
💥 El auto quedó destruido. El conductor, casi ileso. Una historia que pudo ser un desastre, pero terminó siendo un milagro rutero.