

La escalada bélica entre Israel e Irán encendió todas las alarmas en la región y en el mundo. En Argentina, el Gobierno nacional reforzó la seguridad en dos puntos sensibles: la embajada de Israel en Buenos Aires y la AMIA, en respuesta a la tensión creciente en Medio Oriente.
La decisión llegó tras el "ataque preventivo" de Israel sobre instalaciones nucleares iraníes, que dejó como saldo la muerte de altos mandos militares y científicos nucleares. El régimen de Teherán lo calificó como una "declaración de guerra" y prometió represalias “sin límites”.
En este contexto, la administración de Javier Milei mantiene un seguimiento constante del conflicto y no descarta extender medidas de seguridad a otras sedes diplomáticas. Israel, por su parte, advirtió que continuará con los ataques “tantos días como sea necesario”.