

El sospechoso primero intentó abrir un Ford Fiesta, pero estaba cerrado. Lejos de darse por vencido, probó suerte con otro vehículo y esta vez sí: abrió la puerta del lado del conductor y quiso meterse.
Desde adentro de la casa, los amigos no dudaron ni un segundo. Salieron a la calle, lo enfrentaron y, aunque el tipo intentó huir, lo alcanzaron a la vuelta de la esquina. Ahí empezó un forcejeo intenso, que terminó con el ladrón en el piso.
Cuando llegó la Policía, el ladrón ya estaba reducido, con lesiones en el rostro producto del encontronazo. Fue trasladado a la comisaría de la Seccional Cuarta y quedó detenido.
Gracias a las cámaras y a la rápida acción del grupo de amigos, el robo no se concretó. Otra vez, la seguridad entre vecinos marca la diferencia.