

Los goles de Hakimi, Doué (x2), Kvaratskhelia y Mayulu sellaron una actuación inolvidable para el equipo de Luis Enrique, que logró la victoria más abultada jamás vista en una final de Champions.
Hasta ahora, la mayor diferencia era de cuatro goles, con antecedentes como Milan-Barcelona en 1994 o Real Madrid-Frankfurt en 1960. Pero esta vez, el PSG rompió todos los récords.
Además de ser campeón por primera vez, el club parisino entró en la historia grande del fútbol europeo con una exhibición demoledora que quedará en la memoria.