

En una entrevista para CBS Sunday Morning, Musk calificó el proyecto como un retroceso para la eficiencia del gasto público, a pesar de reconocer que es “grande y hermoso”, pero dudó que pueda ser ambas cosas a la vez.
El megaproyecto busca extender exenciones fiscales y aumentar fondos para políticas migratorias restrictivas, algo que Musk ve como una contradicción con el discurso de eficiencia administrativa.
Aunque Musk se alejó recientemente del rol de asesor gubernamental por dificultades financieras en Tesla, Trump lo elogió por sus aportes en ahorro público. Sin embargo, las diferencias entre ambos se profundizan en medio de tensiones internas en el oficialismo y el sector privado.