

El presidente Javier Milei busca avanzar con su plan de blanqueo de capitales, pero necesita que las provincias no pongan trabas. Por eso, funcionarios nacionales mantuvieron reuniones con gobernadores para que adhieran al régimen simplificado de Ganancias y no impongan nuevos controles fiscales que obstaculicen la iniciativa.
Aunque algunos mandatarios se mostraron abiertos a colaborar, varios reclamaron mayor claridad, ya que el Gobierno no presentó ni el convenio de adhesión ni el proyecto de ley. Otros, como Kicillof, Ziliotto, Insfrán, Melella y Quintela, directamente no fueron convocados. En Casa Rosada los llamaron “los cinco del mal” y aseguran que no iban a sumarse de todos modos.
Desde Santa Fe dijeron que no impondrán nuevos regímenes, pero pidieron reforzar controles para evitar el lavado. En la Ciudad de Buenos Aires optaron por el silencio, tras el tenso cruce entre Milei y Jorge Macri en el Tedeum.
El Ejecutivo necesita el respaldo político para cambiar la Ley Penal Tributaria, subir el piso para considerar evasión penal (hoy $1.500.000) y modificar los plazos de prescripción. Pero el vínculo con varias provincias está lejos de ser armónico.