

El Ejército Argentino fue hackeado y expuesto brutalmente: unos 50.000 legajos de militares fueron filtrados y publicados online. DNI, destinos, domicilios, viajes y hasta certificados académicos están dando vueltas por internet, sin que el Estado haya reaccionado a tiempo.
Lo más insólito: una web extranjera dio el alerta antes que las propias autoridades.
“La información ya circula en la web y nadie hizo nada durante días”, denunció el periodista Daniel Romero, uno de los primeros en levantar la voz sobre el escándalo.
💣 ¿Y cómo se enteraron?
La empresa Birmingham Cyber Arms, especializada en ciberseguridad, fue la que alertó que se estaban vendiendo los datos de 50.000 uniformados argentinos. Lo publicaron en su sitio mefiltraron.com, que se dedica a analizar hackeos en Latinoamérica.
📉 El comunicado oficial del Ejército recién apareció el 13 de mayo, aunque ya se habían notificado internamente el día 8. Mientras tanto, los hackers hicieron y deshicieron a gusto.
🔐 ¿Quién responde por esto?
Desde el Ministerio de Defensa guardaron silencio. Ahora el tema lo toma la Agencia Federal de Ciberseguridad, que dirige Ariel Waissbein, un especialista en criptografía... con un solo colaborador part-time. Sí, leíste bien.
No es la primera vez que hackean al Estado argentino en la era Milei:
Seguridad Vial
INTA
CNV
PAMI
y el gravísimo caso de RENAPER.
Ahora se suma el Ejército, en un momento crítico, donde el Gobierno busca involucrarlo en la lucha contra el narco y el crimen organizado. Pero... ¿pueden proteger al país si no pueden protegerse a sí mismos?
🧨 El caso es grave y recién empieza.
Mientras tanto, los legajos siguen flotando por internet como si nada. Y nadie da explicaciones claras.