“Es importante recordar que estos derechos no fueron un regalo; son conquistas que costaron años de lucha, esfuerzo y, en muchos casos, vidas humanas”, sostiene en esta columna para LITIGIO la presidenta de la fundación Furia Travesti, Úrsula Sabarece, a propósito de la intención del gobierno nacional de enviar al Congreso el proyecto de “Igualdad ante la Ley”, el cual busca eliminar la Ley de Identidad de Género, el cupo laboral trans y la figura de femicidio en el Código Penal.
Me siento profundamente indignada al ver cómo se están atacando los derechos de las personas travestis y trans en nuestro país. Como alguien que lleva años trabajando por la igualdad y la justicia, me preocupa el retroceso en los avances que tanto nos ha costado lograr.
Hoy quiero hablar sobre la intención del gobierno nacional de enviar al Congreso varios proyectos de ley que buscan eliminar conquistas fundamentales: la figura legal del femicidio, la Ley de Identidad de Género y el cupo laboral travesti-trans. Estas medidas no solo afectan directamente a las personas involucradas, sino que representan un ataque al corazón de una sociedad que aspira a ser más justa e igualitaria.
Eliminar la figura legal del femicidio, por ejemplo, sería un grave retroceso en la lucha contra la violencia de género. Esta figura no solo visibiliza los crímenes por motivos de género, sino que también proporciona herramientas legales para combatirlos y proteger a las mujeres.
Por su parte, la Ley de Identidad de Género es un derecho conquistado que garantiza la autonomía y la dignidad de las personas travestis y trans. Su derogación sería un golpe directo a su humanidad y a su derecho a vivir plenamente como quienes son.
En cuanto a la Ley de Cupo Travesti-Trans, esta ha sido clave para abrir puertas laborales y generar inclusión en un sector históricamente marginado. Su eliminación perpetuaría la exclusión y la desigualdad que estas personas enfrentan a diario.
Es importante recordar que estos derechos no fueron un regalo; son conquistas que costaron años de lucha, esfuerzo y, en muchos casos, vidas humanas. Retroceder en estos avances sería deshonrar esa lucha y enviar un mensaje de indiferencia hacia quienes más necesitan protección.
Por eso, es urgente que nos levantemos y alcemos la voz. Defender nuestros derechos es defender la igualdad, la justicia y el respeto por la diversidad. Solo unidos podremos construir una sociedad más justa e igualitaria para todas, todos y todes.