La bailarina, quien contó su identidad de género al entrar a la casa, se conmovió cuando Santiago del Moro le transmitió la palabra de sus familiares
Con el paso de las semanas, la convivencia y el aislamiento dentro de la casa de Gran Hermano (Telefe) se tornan cada vez más difíciles para los participantes. Además de enfrentar las tensiones propias del encierro, los competidores lidian con la añoranza por sus seres queridos, a quienes no ven desde los primeros días de diciembre.
Para alivianar un poco esa carga, y en un momento cargado de una profunda emoción, el conductor Santiago del Moro ingresó a la casa el jueves para entregar mensajes de familiares a cada uno de ellos. Las palabras de aliento, los gestos de cariño y los consejos estratégicos provocaron que los hermanitos no solo se conmovieran hasta las lágrimas, sino también reflexionaran profundamente sobre sus respectivas trayectorias en el juego.
Santiago ocupó la cabecera de una larga mesa y uno a uno fueron conociendo las palabras de sus seres queridos. Entre mensajes más o menos elípticos sobre posibles estrategias y palabras de aliento para soportar el aislamiento, el conductor fue paseando por los hermanitos y sus respectivos estados de ánimo.
La presentación de Luciana Martínez en Gran Hermano
Pero cuando llegó a Luciana Martínez, su semblante cambió. “Tengo tu carta Lu, tranquila, que es lindo y es especial”, dijo el conductor. La bailarina oriunda de Santa Cruz conmovió a todos en el comienzo del programa, cuando reveló su identidad de género minutos antes de iniciar el reality. Su familia no estaba al tanto de su decisión, algo que solo había compartido con su círculo más íntimo, y que se develó durante las presentaciones.
Del Moro siguió su relato, ante las lágrimas de la concursante: “Cuando me llegaron los mensajes fue el primero que agarré porque sabía que lo estabas esperando mucho, más que nadie. Desde que entraste acá, lo único que vos querías saber era si ese afuera que vos dejaste te aceptó. No sabía que iba a aparecer tan pronto”, admitió el conductor, y pasó a develar el misterio.
“Esto te lo manda tu mamá y tu hermano. Una de las palabras que eligieron para vos es ‘creá’”. Pero hay otra que vos estabas esperando, que es tan simple y tan fuerte y creo que es la respuesta a muchas preguntas que te hiciste acá adentro. ¿Sabés qué palabra te manda tu mamá? ‘Hija’“.
La joven rompió en llanto mientras era sus compañeras se arremolinaron en torno a ella para abrazarla. Del Moro se levantó, le entregó el sobre con las palabras y le preguntó por sus sensaciones ante ese momento tan esperado. “Son mi vida. Son lo más importante. Yo vivo con ellos dos. Con mi hermano, creo. Él es coreógrafo. Es bailarín, trabajador, humilde, escorpiano. Y él es el que me alinea. Porque yo soy la que voy más allá. Y él me dice que vaya tranquila, despacio, que piense. Y mamá es lo único que tengo. Es la única familia y es mi corazón entero”, descargó Luciana, como las lágrimas se lo permitieron. “Y esa mamá te está diciendo ‘hija’. Y es la respuesta a mucha de tus preguntas”, concluyó del Moro.
Luciana dio a conocer su identidad en los clips en los que cada participante contaba brevemente quiénes eran y para qué querían entrar en la casa más famosa del país. Primero, luciendo un aspecto completamente diferente para luego darle paso a su verdadera identidad ante el público y los televidentes. “Hola, soy Jorge Barrionuevo, de la provincia de Santa Cruz y hace más de diez años que a escondidas soy Luciana Martínez. Ahora, quiero que me conozcan como Luciana Martínez. Me vine con mi valija hasta Buenos Aires para hacer el casting”, expresó, orgullosa, antes de ingresar por la puerta a la fama.
